Encerrada entre montañas, al norte de la Pomerania inferior, se localiza Kummerow cuyos habitantes, aparte de ser contrarios al bautismo, eligen líderes que han implementado la costumbre de que todos los miembros de la comunidad deben purificarse y para ello son obligados a permanecer de pie durante horas en las aguas transparentes pero heladas del arroyo.
Al cabo de muchas horas, los nativos que así han sido expuestos sucumben al frío y olvidan por completo todas las maldades y corruptelas practicadas por sus líderes y los vuelven a elegir en ciclos que se repiten continuamente a través de los años.
Adaptado de Die Heiden von Kummerow, Ehm Welk, Berlín, 1937
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